La prueba de esfuerzo es un estudio frecuente que utilizamos para valorar la función
del corazón durante la actividad física. Durante la prueba, se le pedirá que camine
sobre una banda sin fin o que ande en una bicicleta fija y cada 2 o 3 minutos se
aumentará la intensidad del ejercicio. El médico tratará de detectar cambios en el
trazo del electrocardiograma y en los niveles de presión arterial, lo cual podría
indicar que el corazón no está recibiendo suficiente oxígeno. Al finalizar la prueba,
inicia la fase de relajación durante la cual se le pedirá que se acueste y descanse.
La preparación del estudio es bastante sencillo, se pide que no coma ni beba nada
durante las 4 horas anteriores a la prueba, evitando en particular todo lo que
contenga cafeína. Además, se solicitará la lista de medicamentos, ya que algunos
pueden ser suspendidos antes de la prueba. Después del estudio, podrá comer,
beber y reanudar sus actividades normales.
La prueba de esfuerzo tiene múltiples indicaciones, a continuación las más
frecuentes:
- Examen de rutina para la detección de problemas cardíacos en adultos
asintomáticos - Para personas que van a iniciar un programa de ejercicio y así conocer si lo
pueden realizar sin riesgo - Para detectar obstrucción de las arterias del corazón
- Para el estudio de falta de aire o fatiga (disnea)
- Para el estudio de personas con bradicardia y así establecer la necesidad de
marcapasos - Para el estudio de arritmias